¿Quién debe dar el paso primero? Algunos creen que el culpable debe retirarse arrepentido, pidiendo perdón y con la dignidad al frente. Otros dicen que es mejor que rompa el que se siente traicionado, afectado, incomprendido.
A mí no me gusta dar ninguno de estos dos pasos. Pero siempre he sido la primera en romper. Aunque quizás nadie me crea tengo paciencia, puedo aguantar durante años que no me miren con amor, que no me quieran abrazar, que se me cuestione hasta la existencia de Vodka. Puedo aguantar. Pero un día todo llega a su fin. Ese día simplemente me canso y me transformo en un ser de madera, capaz de no retroceder ni conmoverse con una lágrima. Soy otra, por cierto. Tardo en convertirme en otra, pero -al fin- consigo hacerlo y entonces ya no hay marcha atrás.
Es un momento que me aterra. Por eso quizás la hago tan larga, trato de que ese día no llegue, paso por alto todo y me disculpo de cada uno de mis errores con sinceridad, soñando ilusamente que siempre hay formas de superar las diferencias, los reproches y los resentimientos.
La decisión de permanecer en una relación corresponde a dos. Nada puedes hacer si el otro no quiere. Aunque hay salidas nada honestas: finges que te vas a matar si te deja, lloras y amenazas con una depresión, adviertes que dejarás el trabajo o los estudios, dejas entrever que te acostarás con el primero que se te cruce...
Puede que alguna de estas salidas funcione. A mi me funcionaron, a veces.
Pude prolongar un amor, pero al final de nada me sirvió. Llega ese día maldito, en el que no hay excusa de ninguna de las dos partes para retenerte.
No diré que hoy es el día. Creo que todavía puedo aguantar. Terrible error decir esto, al fin, la otra parte se aprovecha y te mira triunfante, y te dice: "Estás en mis manos".
Razones por las que cualquiera quisiera terminar conmigo:
- Porque mis cuatro gatas tienen pelos y los pelos dan alergia.
-Porque la aspiradora para sacar los pelos es uno de los objetos que no me gusta usar. Odio la aspiradora y si pudiera la lanzaría por la ventana de mi depa.
-Porque no me gusta limpiar mi casa, planchar mi ropa, lavar los platos, lavar la ropa... No me gusta ordenar mi casa. Amo el caos y el polvo.
-Porque no guardo resentimientos. Perdono rápido y eso irrita a cualquiera que se siente ofendido hasta por una mala cara.
-Porque mi pasado es casi un equipo de fútbol de mujeres.
-Porque soy amiga de mis ex parejas. Lo que para mí es una virtud, para otros es un descaro.
-Porque creo que el hijo de mi ex es mi hijo.
-Porque no me gusta el Vale Todo ni la música electrónica.
-Porque me gusta leer e ignorar a los que pasan por mi lado.
-Porque soy estúpidamente sincera.
-Porque no pienso obsesivamente en el dinero.
-Porque me gusta trabajar.
-Porque no soporto las faltas ortográficas en una carta de amor . Tampoco en los comentarios o en los post. Puede ser que una letra se pegue a la otra, pero horrores ortográficos en cualquier correspondencia de amor...me matan.
-Porque me ofrezco gentilmente a corregir la ortografía de cualquier carta de amor antes de recibirla.
-Porque no soy tan buena en la cama, como el equipo de fútbol me hizo creer.
-Porque soy descarada para escribir sobre mi modesta existencia.
-Porque no me importa el qué dirán.
-Porque duermo mal: empujo y ronco.
-Porque no me interesa vestir bien, pero amo las carteras finas. Y podría ir por la vida solo con una cartera cara.
-Porque soy detallista con mi pareja, pero espero tontamente los mismos detalles para mí.
-Porque soy un fósforo o una bomba a punto de explotar. Exploto y en cinco minutos me olvido. Pero esos cinco minutos pueden ser letales.
-Porque soy puntual y no me gustan los retrasos absurdos.
-Porque no tengo asco de nada. Ah, me dan asco las ratas y las moscas. Y la sopa fría. Pero nada más.
-Porque nunca le diría a nadie que se bañe antes de hacer el amor.
-Porque me resisto a dejar de fumar. No me gusta pensar en el cáncer. Es más fácil que me atropelle una combi o que alguna chica despechada me clave un puñal.
-Porque me gustan las canciones tristes, incluso cuando estoy feliz.
-Porque odio que me digan qué debo escribir y qué no debo escribir.
-Porque me gusta ver telenovelas, y encima mexicanas.
-Porque odio los médicos. Prefiero morirme de a pocos.
-Porque no soporto el café Nescafé, Altomayo o cualquiera... Debe ser recién pasado.
-Porque miro mal a quien no ame a Chavela Vargas. Y si no la ama espero -al menos- que la haya escuchado, y la valore como yo.
-Porque no entiendo por qué la gente no comprende que Sabina y Calamaro son lo máximo.
-Porque odio a los taxistas y a las cajeras de supermercado, incluso si estas son guapas y lucen bien el uniforme.
...
La lista podría prolongarse en unos mil post. Es muy fácil huir de mí, terminar o no tenerme siquiera como conocida.
Parezco insoportable y quizás lo sea.