Estoy en mi cama pensando. Imagino tu mirada triste y deseo abrazarte, y recuperar las horas perdidas, el tiempo que nos debemos, que nos robamos, el sexo que nos merecemos. Tu voz me duele, tu tristeza me arrincona. Las ganas no se detienen, a veces. El deseo persiste. Yo en tu cama, tú en la mía. Yo pensando, tú deseando. Yo sonrío, y tú lloras, yo lloro y tú sonríes.
No es la primera vez que estoy en este limbo. Me conozco la historia de memoria. Nada peor puede pasarme.
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