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7 de mayo de 2008
Pobre Gisela
Soy cursi y lo seré siempre. Me da pena Gisela Valcárcel. Sonríe para las cámaras, pero debe tener el corazón destrozado, debe querer matar a ese tal Carmona y debe estar pensando que el paso del tiempo es implacable. Hoy Gisela debe sentir que es muy fácil de olvidar, migrar al pasado, transformarse en una sombra.
Ha dicho varias veces que "ese plato ya se lo comió". Confieso que la frase me gusta, así sea bastante burda, nada elegante, nada Amarige. Pero seamos sinceros. No es suficiente tener la sensación de haber comido ese plato para DEJAR DE SENTIR el puñal, la traición o el dolor. ¿Basta con comparar al ex con un ceviche o un cau cau para presumir que no pasa nada?
Gisela queda bien al desear suerte a los novios, pero el despecho lo pueden olfatear, sobre todo las mujeres despechadas. Aquellas que alguna vez hemos sentido el sinsabor del despecho sabemos que frases como "primero fue mío" no sirven de consuelo. Es solamente una mala manera de disfrazar la rabia. La torpe e imprudente "yo lo tuve en su mejor momento" tampoco da consuelo.
Tula es una mujer que está muy buena, bailando como bailó en la pre venta de Frecuencia Latina era obvio que un Carmona cualquiera terminaría prendado, de cabeza, resucitado, recargado.
Toca saber perder. ¿Dónde te enseñan a controlar la ira, reprimir el despecho, disimular las emociones y superar el olvido?
El psicoanalista sirve, pero el proceso es largo y penoso. Creo yo que se debe seguir el tortuoso ejercicio de las frases bobas, repetidas al despertar y al acostarse, a mitad del día, o cada vez que una canción de amor -incluso una cumbia- suena en la radio. He aquí mi estrategia:
-Ella nunca será como yo, jamás te amará como yo, jamás te hará el amor como yo, jamás te hablará del Dalai Lama o de Chopra como yo.
-Ella jamás será la madre que yo fui, porque yo ya tengo experiencia: soy abuela, incluso.
-Ella será muy buena en la cama, pero como yo jamás. Experiencia le sobra (Waldir, 'Chiquito', Sierra, Sotolongo y Barbieri) y quizás tenga su arte, pero yo, yo tengo las mías. Ya verás.
-Ella parece que te ha hecho olvidarme. Digo parece, porque creo que es un olvido temporal, querido. Llámalo calentura. La calentura pasa, es efímera, a veces dura solo nueve meses. Entonces, recordarás los momentos que nos regalamos, la pequeña vida que compartimos, la boda aquella, los sueños, las broncas mediáticas. Nuestra historia siempre será la mejor, porque los dos éramos los mejores. Cosas tan simples como mi particular manera de llevar el carrito de Wong por los pasillos de la tienda de Surco te verás obligado a extrañar. Extrañarás.
-Ella no conoce tus gustos y pesadillas. Cuando uno empieza o cuando uno comienza una relación jamás se revela tal y como es. Ella no te conoce como yo. Y, posiblemente, no llegue a conocerte. Ese privilegio lo tendré yo, porque ese plato ya me lo comí.
-No me siento 'cachuda', así el Perú entero quiera verme como una mujer engañada. Ella llegó después a tu vida, después de que te marcharas, aunque sea un solo día después, fue DESPUÉS.
La procesión va por dentro. Gise ha deseado suerte a Tula y a su ex. En el fondo, podemos intuirlo, solo se preguntará qué hizo mal para fracasar tantas veces en el amor. Suele ser una buena medicina para el alma pensar que ellos hicieron todo mal, ellos lo arruinaron, ellos no supieron aprovecharnos. No siempre funciona culpar al otro, sin embargo, cualquier estrategia vale a la hora de pasar la página.
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