Estoy en Puerto Vallarta, México. La foto parece de placer, pero estoy estudiando. Esa fue una escapada para nadar y recuperar energías.
En estos días he pensado algunas cosas sobre las mujeres que al vuelo quiero compartir con ustedes:
ACTUALIZACIÓN: Ya no soy una e...
- Las mujeres son complicadas, pero se les extraña una barbaridad.
- Las mujeres más esquivas son las que más te causan adicción.
- Ser infiel a una mujer es más peligroso que serle infiel a un hombre. No me digan que no creen en la infidelidad o que jamás pondrán los cuernos. Ya sé que son perfectas. Solo piensen que la mujer te huele cuando sacas los pies del plato. Te huele hasta llegar a la verdad. Y eso reprime a cualquier muchacha buena.
- Las mujeres son más tercas que los hombres.Te dicen NO y es NO. Y cómo cuesta el SÍ.
- Las mujeres son más complejas, sí, hasta en la cama lo son. Los hombres -como decía Yiya- son más simples en su anatomía. Yo no se lo dije a Yiya cuando chateaba con ella pero lo pensé: A un hombre le pones la mano allí y el hombre está listo, y deja de reclamar, y hasta cambia la cara triste. A una mujer le pones la mano allí y el trabajo recién empieza. Y encima nadie sabe cuál será el desenlace, cuáles serán las indicaciones que habrá que seguir, y etc, y etc. Y lo peor: nada garantiza que el rato rico le haya hecho olvidar lo que en el previo al sexo le molestaba.
- Cuando dos mujeres se juntan chocan dos personalidades explosivas, dos engreídas muchachas, dos testaturadas niñas, dos reglas (¿Saben que es coincidir en la regla con la pareja? No se los deseo chicas), dos corazones desamarrados.
- No seré heterosexual al final de la vida, cuando ya me haya cansado de intentar ser feliz con una mujer. No, para nada. No podría. Pero lo he pensado y en serio me he dicho: estoy condenada.
- Y acabo de abrir la ventana de mi habitación y he visto una chica en topless. Mis ojos han seguido sus tetas que hacen ejercicio frente a mi ventana. Y he pensado: Dios no castiga a las lesbianas y a los gays. Ese discurso es una mierda. Pero Dios da a las lesbianas que gustan de tetas grandes tetas chicas para probar. Ya sé que a Vero eso no le pasa (Sorry Marga), pero a las lesbianas fanáticas como yo Dios les jode un poco la existencia. Mientras las tetas siguen frente a la ventana, yo he pensado que no tomaré fotos porque eso sería violar la intimidad de tan despampanante rubia. Así que he respirado hondo y he decidido hacer ejercicios. He salido a la terracita y he estirado mis brazos, y he abierto y cerrado las manos, como quien agarra naranjas. He descubierto que todas las tetas de mi vida han encajado en mis manos, y he pensado que ese es mi feliz destino. No sé por qué siempre caigo en el mismo tema. Ya sé que el amor y el cerebro, y la personalidad, no se ubican en los pechos de nadie, pero qué maravilla pensar que las tetas de la chica del topless piensan y quieren bien.
- Este post desequilibrado por la calentura mexicana me permite decir que estoy estudiando mucho, aprendiendo y conversando con gente (yo que más hablo por la red que con la boca) sobre temas que me interesan: el periodismo, los nuevos medios, la libertad de prensa... los dueños de medios.
ACTUALIZACIÓN 2: Mi amada pareja leerá este post y no se va a molestar porque yo soy una santita conforme con sus dos regalos tamaño mano.