Este es el final de un amor que llenó mi vida durante más de dos años. Lamentablemente, todo tiene su final. Y este blog y yo no damos para más. Me agoté de desnudar el alma y de reírme públicamente de mis tropiezos. Me harté de no guardarme tantos secretos, y de llevar mi vida posteada en un theme verde estridente. El tiempo y el ánimo no me permiten más. Antes de explotar en un texto prefiero alejarme y guardar mis historias en un USB.
Gracias por haber permanecido pendiente de este espacio, por darme aliento y solidarizarse con mis causas perdidas.
Gracias: estuvieron cuando solo la luz de mi laptop me alumbraba, cuando el insomnio me asfixiaba, cuando la gata no me miraba. Pero ya no hay marcha atrás, ya no hay retorno, ya no hay más blog verde. Un ciclo que se cierra, un pedazo de mí que se queda en el aire, a la espera de un nuevo capítulo que podría estar en la red, como en el papel, como debajo de mi cama.
Bye.
