28 de diciembre de 2006

Increíble

El deseo es más fuerte que todo. Te traiciona, te arrincona, te estremece, te hace creer que la vida puede ser un perpetuo-infinito orgasmo. El deseo se parece al amor, deseas lo que amas, deseas lo que quieres a morir. Después de todo, para qué pensar tanto si por pensar tanto estamos ahora en este abismo.
El sexo te lleva por mil caminos. El amor siempre te lleva al mismo lugar. El sexo siempre te lleva al mismo cuerpo. El amor te convence que sin ese cuerpo ya no puedes vivir.
Desvelos de una noche de insomnio. Con el cuerpo todavía ardiendo, con la conciencia golpeada, con los ojos en el calendario, cuántos días faltan para volver a sentir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El deseo es fuerte al igual que el amor, quizás mucho confundimos el el deseo con el amor, pero si no hay amor tampoco existe el deseo, aunque se dice que el deseo también puede existir solo...no creo porque debe haber algo que te mueva a ello un sentimiento, el sexo no lo es todo y menos si no hay amor en ello, estoy parafraseando demasiado que me enredo, pero no has sido la única que has quedado con el cuerpo ardiendo y la ilusión de volver a sentir, además de contar los minutos, horas, días o semanas para que se vuelva a sentir todo que no necesariamente es deseo solo. Yo - PIT