5 de diciembre de 2007

Fielicidad

Cuando a las mujeres lesbianas les preguntan si son fieles, algunas responden:
-Claro, por supuesto, definitivamente.

Yo no sé si mienten. Tuve épocas en las que fui demasiado infiel para soportarme. Lo peor (y quizás por ello me vaya al infierno) es que no conocía el remordimiento o cargo de conciencia. Mis amigas-confidentes me preguntaban: ¿Y cómo haces para no sentirte culpable? No lo sé. El infiel o la infiel, como mejor quieran, siempre encuentran excusas para que le disculpen su deslealtad. Yo encontraba todas las excusas: me trata mal, no me hace el amor, es una renegona, creo que no le importo, en la cama somos un desastre, somos amigas o hermanas...
Me he arrepentido hasta el llanto de todos los cuernos que puse. Mal que bien nadie se merece una mentira. Ahora lo sé, bastante tarde por cierto, y ya lo pagué.
He pedido disculpas públicas a una de mis víctimas. Creo que me ha perdonado. Tarde, como siempre, me di cuenta todo lo que la había llegado a querer. Hoy solo deseo que no se tope con alguna Esther, versión década del 90.
También pedí perdón a otra personita que llenó mi vida, y con la que quizás pude haber permanecido eternamente a su lado, porque amor nos sobraba. Era un amor distinto, pero era amor. Hoy, ella, es una de mis mejores amigas. Nunca dejaré de decirle cuánto la quiero.
Saber que algunas mujeres importantes me perdonaron me ayuda a sentirme, cada día, una mejor persona.
A nadie le diré que sea fiel. La experiencia y el tiempo te ayudan a entender por qué es mejor romper antes que traicionar. Yo no soy consejera, psicóloga, sexóloga o cualquier cosa semejante. Yo solo soy una mujer, lesbiana, periodista y tremendamente ociosa.
He prometido ser fiel y sé que cumpliré.
Cuando me pregunten si soy fiel responderé:
-Claro, por supuesto, definitivamente..
Si antes respondía así por no quedar en evidencia hoy lo hago con todo el corazón, porque me da la gana, porque me siento bien en este estado de lealtad total.

¡Aléjense de mí tentaciones! No tengo ganas de compartir mi amor. Miro chicas, pero solo con la mía quiero dormir, amanecer y roncar. Admiro un cuerpo bonito adornado con dos pechos redondos, pero me quedo con los de mi chica: porque son míos y caben en mis manos. Puedo soñar con alguna hermosura, pero al despertar tengo a mi lado a quien me ama y a quien amo. Puedo mil cosas, pero solo quiero seguir a su lado, porque con ella me aproximo cada vez más a eso que llaman felicidad o fielicidad.

3 comentarios:

fenix de alas negras dijo...

se lo que es ser infiel, se lo que es que te sean infiel, no conozco con claridad el remordimiento que esto causa, pero se que no me gusta serlo... ahora que me doy cuenta, creo que soy demasiado joven como para poder conocerlo a profundidad, pero, como siempre digo, en fin.

me gusta ser fiel se siente tan bien estar haciendo las cosas correctamente y q vas feliz junto con ut pareja, aunque por alguna razon (algunas veces pienso q hereditaria) le encuentro un extraño y muy dulce sabor al ser infiel, a las finales creo que toda queda en decidir ¿verdad?

saludos.


FENIX DE ALAS NEGRAS

Pati Difusa dijo...

tas templadazazazaza

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.