28 de agosto de 2008

Y si un día ya no eres tú


En los últimos años he cambiado más de lo que cualquiera podría imaginar. Una amiga -que me conoce desde los veinte años y pico, en mi época más loca- me dijo en un café que yo no era la misma que taladreada por una resaca llegaba a El Mundo, un lunes como un viernes, dispuesta a cubrir incendios, atropellos, desalojos y todo lo que mi buen jefe decidiera. Debo aclarar que no era de lunes a viernes, pero sí un lunes y quizás un viernes. Aclaro para evitar malos entendidos.


Resulta que mi amiga me encontraba diferente. Yo era otra pero no solo por mi terror a las resacas. Era otra porque en mi caótico desorden mantenía una agenda mental que todavía me permite llegar puntual a las reuniones pactadas, y entregar los trabajos y encargos a la hora. No fallo... El 99.9% de veces no fallo en mis tiempos, compromisos y planes. Ojo: esta casi perfección cae a niveles del 1% en todas las otras cosas que hago en mi vida diaria. Es decir, fallo en casi todo lo demás.


El asunto es que ya no soy la díscola criatura que se rompía el corazón a cada rato, que era rescatada con la móvil del diario de algún hostal o discoteca (Percy, mi exxxx jefe sabe que no miento ni exagero). Mi estricto orden y sentido de la responsabilidad llamaron la atención de mi amiga.


Sí, ya no soy lo que alguna vez fui. Algunos lo llaman madurez. Otros consideran que se trata de sobrevivir en un mundo de adultos. Yo creo que ocurrieron las dos cosas. Mi cambio comenzó a darse en La República, pero mi jefe de la época final (Mario) jamás se dio suficiente cuenta. En Perú.21, las responsabilidades me obligaron en primer lugar a odiar las resacas. Hace seis años aproximadamente que no me veo en una situación de ese tipo. Quizás alguna vez celebré más de la cuenta, pero nada más.


Los cambios más fuertes se dieron en los últimos dos años, cuando enamorada de la chica que conocí gracias a una web, y a la que conquisté por chat, empecé a interesarme en la tecnología, la Internet, las computadoras... El cataclismo fue real. Hoy estoy pegada a mi PC, a mi bello iPhone, a mis tres blogs, a medio ciento de blogs que leo devotamente, y estoy a punto de comenzar una maestría ON LINE de periodismo digital. Yo realmente hice click.


En los últimos dos años he tomado dos decisiones trascendentales: matar a mi ex y dejar de fumar. De lo primero no me ocuparé, pues ya habrá oportunidad u olvido. De lo segundo debo decir que he cumplido dos meses sin humo. Por supuesto, muchos creen que cualquier día caeré. Yo, la verdad, pienso que ya fue.


Repasando mi vida me he preguntado qué pasa cuando ya no eres tú, o cuando eres una sombra difusa de lo que alguna vez fuiste. Un frío extraño remueve mis huesos en este instante. Síndrome pre menstrual le llaman las que pretenden cubrir cualquier fastidio con la inminente llegada de la regla. Este frío quizás no tenga explicación. Me asusta no ser yo, la que corría por las calles en busca de amor, adrenalina e ilusión. Ahora corro en una plataforma virtual, donde encima algunos -no tan pocos- me leen, y debo tener cierto pudor.
Pero si tuviera realmente pudor agarraría una libreta, escribiría y la escondería debajo de mi cama. O sea... Por allí no va el tema.


¿Qué queda de lo que fui? Pues solo enumeraré algunas cosas. A la hora de golpear el teclado, por ejemplo, sigo haciendo lo mismo: miro la pantalla y nada más. Mis dedos encuentran las teclas de memoria. Sigo escribiendo tan rápido como en esos tiempos, quizás escribo mal, pero lo hago rápido, como si estuviera a bordo de un auto de carrera.


También soy la misma cuando abrazo a mis gatas. Y cuando hundo mi cabeza en la almohada y lloro, y pienso que ya me harté de vivir. Sin embargo, en segundos, paso de la vocación suicida a la desesperación por aprobar un comentario de mi blog de Perú.21... Entiendo que el ya me "harté de vivir" es la misma frase que solía decir -a los 20- en el Olivar de San Isidro con mi amigo Daniel, quien no se hartó de vivir, pero un día se murió. Es la misma frase que -cerca de los 30- solía repetirle a Christian Vallejo, quien también se murió.

Y sigo haciendo dietas, y sigo gorda. Y sigo tomando café. Y adoro desesperadamente el tamal de Chorrillos. Y Chorrillos sigue siendo el lugar donde me gustaría vivir y morir, porque allí están las playas que más me gustan de mi ciudad, así sean feas y tristes, y muy marrones.

En los últimos diez años he cantado las mismas canciones -ya saben, Sabina, Calamaro, A.Guzmán, Chavela Vargas-. Me siguen gustando las telenovelas mexicanas, y no puedo dejar de comprarme un libro. Ahora ya no me gustan las chicas de cabello negro y lacio. Ahora miro una cabellera ondulada, sorprendiéndome todavía del por qué. Ahora ya no le leo a nadie El Túnel de Sábato o Sobre héroes y tumbas. Ya no busco a Alejandra en mis parques Lezama (la foto de este post fue tomada en el Parque Lezama, Buenos Aires).
Quiero creer que no he perdido lo peor y lo mejor.



PD: Sigo siendo yo cuando la misma pena me gana al leer el fragmento de Sábato en Sh&t:
-Sufrí con ella tanto que muchas veces estuve al borde del suicidio.
"Y, no obstante, aun así, aun sabiendo de antemano todo lo que luego me sucedió, habría corrido a su lado".



13 comentarios:

hpereyraf dijo...

Ah pues ... creo q estamos en las mismas ... creo q es una suerte d cansancio un "pucha ya para que" hemos descubierto nuestra zona de confort y claro ya nos cuesta salir de ella no? ... pasa con las bombas q seguro al igual q yo te pegabas antes sin falla todos los fines de semana ... osea manita yo me la pego el sábado y el lunes sigo medio muerto tons me pregunto ... ya para que? hacer lo mismo a veces prefiero ver una pela y abrigarme bien en mi camita ...

Patricia dijo...

Yo, en éstos momentos, sé que en unos años me recordaré como la chibola ilusa que le rompían el corazón una y otra vez y que, para olvidarse de eso, se iba al vale o a embriagarse por ahí con sus amigos.


...sé que lo estoy haciendo, sé que es tonto, sé que es algo incoherente... también sé que dentro de unos años la excusa de mi corta edad dejará de ser válida pero bueno, de algo tengo que algrarme haber dejado de ser, no?

Saludos!

Milagros dijo...

Yo creo que todo el tiempo estamos cambiando y preguntándonos sobre lo que fuimos y lo qué somos, buscando en los vestigios de nuestro propio ser.
Y creo que hay cosas que las seguimos manteniendo a lo largo del tiempo, la música, los libros. Digo que hay pasiones que no se pueden dejar. Por ahí pasa un tiempo, pero siempre estamos volviendo. Por ejemplo, siempre vuelvo a algunos textos de Galeano, a algunos discos de Charly y a otros de Sabina.
Creería que todo el tiempo nos debatimos con nosotros mismos, y eso está muy bueno.

Un abrazo

vero dijo...

Me hacés pensar, esa es una de tus cualidades más admirables. Me hacés pensar.
Y ahora que lo pienso, nunca nos damos cuenta de que estamos cambiando, pasamos la metamorfosis en la más absoluta ignorancia y entonces alguien nos detiene y nos dice: "qué cambiada que estás" y es cuando se enciende la luz y se mira hacia atrás y como decía Antonio Machado, se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar...
Y terminamos sonriendo a la persona que tenemos en frente y preguntándole: te parece? porque todavía tenemos que digerir lo que acaba de suceder...

Madres haciendo y deshaciendo dijo...

Tu post me hizo recordar un poema de Girondo:

"Yo no tengo una personalidad; yo soy un cocktail un conglomerado, una manifestación de personalidades."

no lo sé, creo que todo es parte no?

Un abrazo

XD

pd. gracias por tu comment XD!

supernolis dijo...

Yo creo que seré al revés, talvez mire al pasado y me pregunte: Por qué no me arriesgue más? Por qué no me divertí y viví más? Mi miedo se justificaría después, nose si ahora.

Eso si, yo también siempre amaré el café.

Saludos xD

Anónimo dijo...

Tomó su tiempo entender que "todo tiene su momento" y si alguna vez no hice algo (tan malo) fue por juiciosa.

Julis dijo...

Yo quisiera ser de las dos maneras, me gustaria saber como romper el corazon de el chico que (aun no sabe que yo se) me engaño y muchas otras cosas, ya que esas dan gusto y sabor a la vida, y creo sobretodo que son las mejores y una vez que has sido lo que mas te gusta, te tranformas y evolucionas, en esa bella criatura, que (disculpa la osadia) creo que eres tu.

marga dijo...

somos una diferente en cada época de nuestras vidas, si contamos las épocas como quien cuenta las eras geológicas, y somos una distinta a cada instante, si tan solo parpadeamos

hermoso post

Esther dijo...

Yo creo que eres tu, siempre tu solo que en versión cada vez mejorada y seguro que eso complace a tu pareja... saludos muchos

JAVIER dijo...

Me agrado mucho este post, le pones sentimiento, reflexion y desenfado, el resultado es fantastico por que uno termina identificandose con lo que expresas.

Saludos desde Japon.
http://navegandoentreletras.blogspot.com

Anónimo dijo...

Mmmm, lo peor viene cuando un buen día te levantas te miras al espejo y ves que tienes: canas!, arrugas!..., para calmar ese ánimo piensas:"me pondré ese pantalón que hace tanto tiempo tengo olvidado", vas y por mucho que intentes quedarte sin respiración no hay manera de plantártelo!!!!, para colmo, vas al trabajo y hablando con los compañeros te das cuenta que en algunos temas te estas
volviendo conservadora, malo, murmuras, te estas haciendo mayor....
Un buen día te levantas, coges la bici vas a comprar el periódico y leyendo las noticias das un grito y un puñetazo encima de la mesa, sonries y piensas, la esencia continúa...,pero la metamorfosis no hay quien nos la quite.
Saludos desde España, este país en que los gritos de placer en la cama hacen que nuestros vecinos se mueran de envidia y nosostras de satisfacción.

Anónimo dijo...

Repasando mi vida me he preguntado qué pasa cuando ya no eres tú, o cuando eres una sombra difusa de lo que alguna vez fuiste

yo simplemente no me di cuenta cuando paso... pero paso noches llorando extrañandome, antes me sentia mejor porque no sabia que pasaba a mis alrededores.. hoy...estoy consiente de la mayoria de las cosas y mi caracter no es nada de lo que yo era...
me extraño tanto, pero cuando despiertas al mundo ya es demasiado tarde para seguir viviendo entre hadas...